RESUMEN
LENGUAS, LENGUAJES E IDENTIDADESPueblos que hablan lenguas diferentes y cohabitan un mismo espacio geográfico pueden permanecer sin comunicarse en la lengua del otro por siempre, pues tienden a adoptar una tercera como lengua franca.
Laura Jarque
Las comunidades indígenas, ante
las necesidades de intercomunicación, pasan de su lengua y un mal español al
acontecimiento de una tercera lengua: el inglés.
En la actualidad, escuchar otros
idiomas es parte de la experiencia social inmediata. Quien tenga Internet y televisión
está expuesto a vivir una experiencia intercultural, un acercamiento a otras
maneras de hacer, de decir, de pesar, en fin, de vivir.
Los jóvenes y los niños indígenas
del nuevo milenio viven en viajes continuos entre espacios virtuales y la
realidad.
El uso de celulares, radios
comunicadores y teléfonos satélites ha propiciado que los jóvenes indígenas,
antes de dominar su propia lengua leerla y escribirla-, aprendan otros
lenguajes, como los cibernéticos. La necesidad
del manejo de la nueva tecnología, genera
el desarrollo de habilidades que la enseñanza escolarizada no había logrado.
Nuevos saberes adquiere el
espectador indígena en el siglo XXI y se integra a esa extensa población que
brinca de su cultura local, sin pasar por la nacional, a la internacional, ajena, externa, siendo
consecuencia de la migración, la exposición
de los medios y a las grandes carencias en la oferta de contenidos y limitado
conocimiento sobre el país del que forman parte.
La televisión invade el paisaje
rural recóndito y pobre e estas comunidades, de las cuales ni siquiera cuentan
con teléfono. Es aquí, donde la transición simbólica entre culturas se vive día
con día.
En nuestras comunidades indígenas,
el fenómeno transcultural ha permeado tanto que, particularmente los hombres,
ya asimilaron a su vida diaria el saludo con palmada en la mano y puño
encontrado; los cortes de cabello, los peinados engomados y el cabello parado;
los lentes oscuros; las camisas rancheras que muestran granjas, no ranchitos,
con caballos y gallos robustos.
La auto-expulsión para la supervivencia
integra, unifica, bajo el concepto migrantes, a cualquier persona o grupo
social- con diferentes orígenes, lenguas, creencias- que haya dejado su tierra.
Al retornar, portan un nuevo look, que los identifica como sello migratorio.
Un aspecto interesante de las
apropiaciones culturales lo representa la mujer indígena, poblaciones más
marginadas, que, van sustituyendo su vestimenta original, no ha caído de todo
ante la tentación de la novedad; tiende a mantener la tradición. Las mujeres indígenas,
marcan su propia moda, puede decirse con tradición; si bien adoptan lo que
ellas llaman innovaciones y mantienen la tradición en sus hijos pequeños.
Los jóvenes indígenas viven la negación de su pertenencia al no
hablar la lengua y hasta la vergüenza por ser diferentes.
La perdida de la lengua en las
nuevas generaciones de indígenas creadas. Sin piedad, los estereotipos que
generan inclusión son adoptados y los de exclusión, es decir, los que hacen la
diferencia, los propios, son luces intermitentes, que se encienden y apagan
como alerta que muestra el peligro de desaparecer.
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