lunes, 13 de abril de 2015

Operaciones Textuales Básicas

RESUMEN

LENGUAS, LENGUAJES E IDENTIDADES

Pueblos que hablan lenguas diferentes y cohabitan un mismo espacio geográfico pueden permanecer sin comunicarse en la lengua del otro por siempre, pues tienden a adoptar una tercera como lengua franca. 

Laura Jarque


Las comunidades indígenas, ante las necesidades de intercomunicación, pasan de su lengua y un mal español al acontecimiento de una tercera lengua: el inglés.
En la actualidad, escuchar otros idiomas es parte de la experiencia social inmediata. Quien tenga Internet y televisión está expuesto a vivir una experiencia intercultural, un acercamiento a otras maneras de hacer, de decir, de pesar, en fin, de vivir.
Los jóvenes y los niños indígenas del nuevo milenio viven en viajes continuos entre espacios virtuales y la realidad.
El uso de celulares, radios comunicadores y teléfonos satélites ha propiciado que los jóvenes indígenas, antes de dominar su propia lengua leerla y escribirla-, aprendan otros lenguajes, como los cibernéticos.  La necesidad del manejo de la nueva tecnología, genera  el desarrollo de habilidades que la enseñanza escolarizada no había logrado.
Nuevos saberes adquiere el espectador indígena en el siglo XXI y se integra a esa extensa población que brinca de su cultura local, sin pasar por la nacional, a  la internacional, ajena, externa, siendo consecuencia  de la migración, la exposición de los medios y a las grandes carencias en la oferta de contenidos y limitado conocimiento sobre el país del que forman parte.
La televisión invade el paisaje rural recóndito y pobre e estas comunidades, de las cuales ni siquiera cuentan con teléfono. Es aquí, donde la transición simbólica entre culturas se vive día con día.
En nuestras comunidades indígenas, el fenómeno transcultural ha permeado tanto que, particularmente los hombres, ya asimilaron a su vida diaria el saludo con palmada en la mano y puño encontrado; los cortes de cabello, los peinados engomados y el cabello parado; los lentes oscuros; las camisas rancheras que muestran granjas, no ranchitos, con caballos y gallos robustos.
La auto-expulsión para la supervivencia integra, unifica, bajo el concepto migrantes, a cualquier persona o grupo social- con diferentes orígenes, lenguas, creencias- que haya dejado su tierra. Al retornar, portan un nuevo look, que los identifica como sello migratorio.
Un aspecto interesante de las apropiaciones culturales lo representa la mujer indígena, poblaciones más marginadas, que, van sustituyendo su vestimenta original, no ha caído de todo ante la tentación de la novedad; tiende a mantener la tradición. Las mujeres indígenas, marcan su propia moda, puede decirse con tradición; si bien adoptan lo que ellas llaman innovaciones y mantienen la tradición en sus hijos pequeños.
Los jóvenes indígenas  viven la negación de su pertenencia al no hablar la lengua y hasta la vergüenza por ser diferentes.
La perdida de la lengua en las nuevas generaciones de indígenas creadas. Sin piedad, los estereotipos que generan inclusión son adoptados y los de exclusión, es decir, los que hacen la diferencia, los propios, son luces intermitentes, que se encienden y apagan como alerta que muestra el peligro de desaparecer.

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